No hay palabra más antisiniestra en el título de un documento que "autorización". Es el nombre más inocuo que puede dársele a un contrato. Sin embargo, causa un temor divino firmarle una autorización a una inmobiliaria, ¡pareciera como que uno puede perder su propiedad y sus bienes! ¡que quedará atado a una obligación y deudas con las que no podrá cumplir y de las que no podrá liberarse!
Lea siempre atentamente lo que firma en una autorización de venta,
verá que no es nada de otro mundo.
Una autorización de venta no es un poder. El autorizado no puede hacer cualquier cosa que quiera con su propiedad. Tranquilo.
Podría llamarse "lo dejo a este inmobiliario que ofrezca mi inmueble para venderlo y si lo vende le pago una comisión, si no no le pago nada".
Tranquilo, un Corredor Inmobiliario universitario y matriculado es alguien que va más allá del oportunismo, es alguien que invirtió su dinero y su tiempo en obtener y merecer una credibilidad.
Un corredor no es lo mismo que un vendedor: buscará un trato que sea justo para ambas partes: comprador y dueño.
No se aprovechará de usted, en cambio lo asesorará para proteger su patrimonio y para que tome las mejores decisiones y para que pueda estar tranquilo de lo que está haciendo, y con razón.
Cuando usted pone en venta una propiedad con Clavero Propiedades, lo que quiere es esto:
Es exactamente eso, y no más que eso, el contenido de una autorización de venta, por eso usted no tiene que tener miedo de firmarla.
En cambio, no firme nunca! una autorización de venta a una persona cualquiera que se ofrece... "se ofrece", ¡¡¡ojo!!! de ser así, tenga miedo de lo que le pueda pasar.
¿Por qué?
Sin un acuerdo firmado, la naturaleza de lo que está ocurriendo es opinable, es ¡demandable!:
La persona que está ofreciendo su propiedad, ¿qué es?, ¿ese inofensivo muchacho que le dijo que se lo vende sin pedirle que le firmara nada es un empleado suyo en negro al que usted está transgrediéndole sus derechos?, ¿es un profesional al que usted está haciendo trabajar sin permitirle cumplir con la normativa a la que está sujeto coercionándolo con que si no le da la venta a otra persona? ¿es alguien al que está haciendo invertir dinero y trabajo sobre el que no le garantiza que le va a cumplir pagándole la comisión al no firmarle nada, o sea a quien usted está estafando? ¿es alguien que está en contacto con personas de "mucho dinero" que tal vez no lo hayan ganado de una forma muy santa y sea usted, por no mediar contractualmente un profesional, pasible de ser considerado cómplice por ejemplo de lavado de dinero o narcotráfico? Son cosas que no suelen ocurrir pero cosas a las que usted se arriesga cuando no pone por escrito sus acuerdos.
Tenga cuidado, para vender seguro, siempre firme una autorización de venta con Clavero Propiedades, ¡protéjase!